viernes, 13 de junio de 2008

Cuestión de tiempo

Qué lentas pasan las horas, pero mañana será otro día y luego vendrá otro año. Otros serán los recuerdos que llenen el espacio entre tu sombra y mis miedos, y no alcanzará la vanidad del tiempo para superar la fragilidad de cada nuevo amanecer.
Otro idioma hablarán, falto de nuestras verdades. Y nuestros espejos verán otros rostros y se darán cuenta de que extrañan tus ojos. Esa mirada será perpetua y lo que será del mundo el tiempo que quede, no me importa.
De qué me serviría la eternidad, si todos los soles que me acompañan se irían; si todas las lunas se quedarían sin sus noches y cuando llegue la hora me abandonarían. Tu mirada y tu sonrisa serán infinitas en mi mente y en la de tantos, es cierto, pero será solo eso. Tu escencia vibra en la memoria, pero no me abraza.
¿Será interminable esta locura? ¿Será eterno este amanecer? ¿Cómo congelar el tiempo, si no para de arder?
Y te siento tan lejos hoy, pero mañana será otro día y luego vendrá otro año. Otras manos harán sonar las cuerdas y otras voces cantarán las canciones que nos dedicamos en silencio. Otros escribirán las mismas palabras que no se cansan de ser escritas, porque están perpetuadas en nuestras almas, voceras del tiempo.
Los ruidos de los mares que navegamos serán los mismos, y aunque nada cambie todo será diferente, porque aunque las horas pasen lentas, mañana será otro día y luego vendrá otro año.

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