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Ángeles que sueñan con la libertad en tus brazos a través de sueños que a veces se comparten y se hacen realidad…

Miradas cómplices que dicen más de lo que se espera, chispean con un fervor adolescente, extraño en uno de los interlocutores y más que común en la dulce arlequín de sonrisa inocente y genuina.

Lo convencional fue dejado de lado abriéndole las puertas a una dulce fantasía, en la cual el tiempo se detiene en el momento justo cual si fuera un cuento de hadas y solo estamos nosotros dos pernotando sobre una lírica musical.

Sueños que se entrelazan desconociendo cual de los dos fue el primero en encaminarse a esa fantasía ahora compartida; casi palpable es el encuentro de esos cuerpos, la llama que los enciende en la cercanía derrite cualquier pantalla de hielo que se interponga a su contacto.

Tanta espera culmina. Los labios se derriten en el beso mas dulce, en la caricia eterna, el cuerpo de ambos se funde en unos solo… Conjuntos, la prueba de la pasión, el éxtasis contemplado por una santo, el elixir mágico del rey del cielo, la sangre deseada por el vampiro. Juntos son el resultado final mas preciado, inexplicable…Orgásmico hasta el grito terminal, cuando todo acaba de forma sonriente y es hora de abrir los ojos hacia la realidad.

Los ángeles han conocido su esperada libertad, tú has conocido la pasión inocente que enciende todo lo que toca y yo…

Yo te tuve al fin, saboree la experiencia y me desperté con deseos de más.

Más sueños compartidos…no, ya nada de sueños. Ahora busco volver a la realidad.