lunes, 3 de noviembre de 2008

Dike

Dando vueltas sin descanso, el recelo me desliga de tus brazos, quemando la huella de tus pasos para ahogarme con ese humo dulce que despide tu cuerpo…Néctar deseoso que se me hace inalcanzable en el furor del destino, ¿acaso la Dike no mostrara su rostro para vengar tus males y devolverme la sonrisa? ¿Deberé esperar a futuras generaciones, que quizás durante el trance de alcohol se conozcan y crucen sus labios? O destino fatal que te regodeas cizañándome, punzando mis males, ya tan pasados que colapsan mi espalda, quebrando mi frágil cintura…Que destino maldito me han preparado, ¿acaso la Moira es incapaz de separa el flechazo que el dios del tiempo dejo como marca en mi linaje?
¡Maldita letanía que agobia mis días! Ni siquiera Prometeo en su sufrimiento se vio tan perdido como mi alma danzarina, sin camino, sin ningún vaticinio o prodigio que pueda guiarme y no sea solo un montón de acertijos para mí sin respuesta aparente.
¿Dónde ha quedado la piedad de mis compañeros? Pedida en alguna guerra o quizás flotando en la espuma salobre del mas, no lo se. Ellos simplemente huyen de mí, de la peste que irriga mi cuerpo y mata todo a su paso, es como si el mal de Zeus hubiera tocado mi aura, asesinando mi vida…
¡OH Dike! Solo escucha a un pobre mortal y termina con mi sufrimiento, has que la balanza se enderece de una vez.
(Sin terminar)