domingo, 30 de diciembre de 2007

Ideas románticas

Cuando hablamos de un proyecto de ciudad que apunte a la educación y a la revalorización de nuestra cultura, no es que dejemos de lado lo relacionado a lo económico; el desarrollo económico es indispensable para el éxito de cualquier proyecto; sin embargo nos referimos a establecerlos como prioridad y llevar a cabo un desarrollo económico en el marco de un escenario social con otros valores distintos a los del presente.

No son meras ideas"románticas" irrealizables, como me dijo un amigo. Son ideas que apuntan a problemas profundos de nuestra sociedad, imposibles de solucionar con tan solo un crecimiento del empleo y la riqueza. Es el gran problema de nuestra mentalidad retrograda; de nuestro pensamiento cerrado y ofuscado. Es el problema de nuestra incapacidad de imaginar otras realidades que nos lleve a organizar y construir. Es el problema de una competencia interna absurda y destructiva. Es el problema de no sentirnos orgullosos de ser gualeguayenses y de no querer lo nuestro por desconocimiento e indiferencia.

La cultura y el arte permiten el desarrollo humano de las mujeres y de los hombres. Son un viaje instrocpectivo de conocimiento de nuestra riqueza individual, que se plasma en nuestra relación social.

Ayer por casualidad encontré una frase en el "Diario del Viajero", que si bien se refiere a espacios físicos, ilustra muy bien esta idea: "El arte no sólo embellece a las ciudades y a las personas que las habitan, sino que genera espacios que invitan a imaginar, a crear y reflexionar".

Imaginar, crear y reflexionar están a la altura de nuestras necesidades más urgentes. Son la clave de una mentalidad de progreso, en todo el sentido de la palabra.

martes, 25 de diciembre de 2007

Necesario intercambio

Un artículo publicado el domingo pasado en el diario "Gualeguay al día" me recordó algunas de las funciones que me parece cumplen las plazas centrales, de ciudades chicas.
El autor habla de tratar de entender el lenguaje de la plaza, para de esa forma poder disfrutarla y darle la importancia que este elemento urbano se merece.
Las plazas son un punto de reunión natural por su condición de centro neuralgico de la ciudad y por contar con un agradable paisaje que nos invita a pasar tiempo con nosotros mismos e interactuar con nuestros vecinos. La plaza es un lugar adonde uno espera encontrarse; adonde tomandose tiempo para relajarse sentado abajo de un árbol, no quiere perderse el movimiento de la ciudad; adonde se cruzan los caminos provenientes de todas las direcciones y la ciudad se funde en esa gran manzana verde.
La plaza es "el alma del pueblo" y por eso, todo lo que en ella se realice toma otro color. De ahi cuan imponente puede ser un acto del 25 de Mayo al lado del mástil, al momento de cantar el himno y de remontarse en el tiempo sobre algún hecho, cuando tantos gualeguayenses se encuentran juntos escuchando.
Sin embargo, la plaza no está siendo bien cuidada, ni tampoco se le está dando demasiado uso social, en un nivel más general.
En la plaza se deberían llevar a cabo encuentros de arte y cultura (por ser este un lugar físico especial por el equilibrio entre ciudad y naturaleza), y además, reuniones sociales convocadas por quienes hacen política.
Una profesora de formación ética y ciudadana nos contó una vez, que los fines de semana, en algunas ciudades chicas de paises desarrollados, el pueblo se reunía en la plaza central para debatir sobre los problemas y proyectos que a todos sus habitantes les competen.
La plaza es un lugar de comunicación, de intercambio de ideas y posturas. En la plaza, quienes gobiernan, deberían estar a la misma altura que sus representados para comprender sus preocupaciones y escuchar ideas, que puedan ser fructiferas en su toma de decisiones.
La tan necesaria comunicación para comprender posturas y lograr acuerdos entre nosotros, los gualeguayenses, bien puede ser llevada a cabo por iniciativa de las autoridades municipales y partidos políticos, en el inmejorable contexto de nuestro alma, llamado Plaza Constitución.

sábado, 15 de diciembre de 2007

Arribar al puerto

Las ideas que alternativamente damos en el blog sobre nuestra posición acerca de como se debe encarar un plan de desarrollo, apuntan al fomento de la educación y la cultura como base para encontrar una identidad común, que nos lleve a obrar de acuerdo a un sentimiento del conjunto.Dentro de este contexto se deben crear espacios físicos donde sea posible el desarrollo de las artes y se destaque nuestro pasado. Puerto Ruiz es el lugar ideal por su entorno natural, la estructura del puerto viejo y su historia.

Hace algunos meses cuando fui de paseo por última vez, no pude evitar soñar un puerto transformado en un gran centro cultural. Adonde en uno de los galpones hubiera un auditorio enorme, en el cual se desarrollasen charlas semales sobre temas de diversa índole, conciertos de música, obras de teatro y se reprodujerán documentales o películas cercanas al arte de la imagen y sonido, cercanas al sentimiento del vivir cotidiano, ajenas a la introducción de ideas estereotipadas de la vida. En la antesala del auditorío encontrariamos una exposición de fotos temporales, sacadas por jovenes, imagenes de la ajetreada actividad del centro y carteleras con la actividad a realizar.

El segundo galpón sería, primero, un museo sobre el puerto en sí: adonde se mostrasen fotos del pasado de oro, que le dió la posibilidad a nuestra ciudad de consolidar bases de una ciudad (en el fondo) grande; adonde se contasen las historias de las mujeres y hombres que hicieron posible su existencia y su permanencia en el tiempo; adonde aprendamos como era que funcionaba el puerto y porque al puerto le debemos gran parte de lo que somos. En este museo se proyectarían documentales en pantalas colocadas en las puertas de las salas, que recreen esa historia y las paredes y las luces estarían colocadas de tal forma de resaltar los más mínimos detalles de nuestro rico patrimonio, de una parte importante nuestra.

Las paredes, las vigas de hierro, el empedrado, las vías y las grúas, simularían haber sido trasladas de esa otra época, a nuestros días, impregnándonos cada vez más del secreto del pasado, dulcificando nuestros sentidos, en el marco de un sentimiento de extraña alegría por el continuo descubrimiento de montones de cosas valiosas, hasta ese momento ignoradas e inválidas de reproche y rencor por desconocimiento.

En el tercer galpón habría un gran mercado; mercado de frutos, de pescados de nuestro río y de artesanías. Un lugar adonde las remeras con dibujos impresos sobre Gualeguay y los carnavales, destinas a la función de ostentar km de viaje vacíos, ni se animen a aparecer, aullentadas por la esencia original del lugar, por ese olor a Puerto Ruiz y al río de Juanele penetrante. En ese gran mercado, los pescadores le ofrecerían a los visitantes probar de los pescados del Gualeguay y los visitantes fascinados por el sabor y la labor de estos amables hombres, le charlaran de su vida en tan hermoso lugar y soñaran por un segundo sus vidas, levantándose al alba para tirar el riel desde una canoa, observar el río, el sol y el horizonte verde inalcanzable.
Junto a ese galpón, y sobre el río, habría bares y comedores, que permitan a los visitantes seguir soñando.

Puerto Ruiz estaría conectado a Gualeguay por un simpático trencito, como en los viejos tiempos de La Solís.

Si las ruinas nos invitan a imaginar una realidad lejana, un puerto ambientado a su época, resaltando su entorno natural, con actividad constante y con capacidad para desarrollar distintas ramas del arte, nos invitaría a soñar realidades más profundas, en un viaje instrocpectivo, que además se convierta en un interesante atractivo para nuestros visitantes.

Volver a empezar

Uno piensa que es eterno, que la juventud siempre va ser nuestra y que las responsabilidades son solo un algo lejano que no pertenecen a nuestro mundo...Y mientras el tiempo se pasa tan rápido sin que nos percatemos, todo cambia,para bien o mal dejamos de ser esos inocentes con delantal y bolsita de jardín,y no mas preocupaciones que correr rápido para hacer tocadita; lo cambiamos por el guardapolvos blanco,los libros y el estudio,crecimos.
Y cuando pensamos que todo va a ser siempre igual,la escuela,el compañero de adelante,los profesores,llega el día en que te dan el diploma en mano y otra vez cambia todo,volvemos a empezar la vida,esta vez, una vida llena de responsabilidades,esas que tanto esquivabamos,que no queríamos,llegaron al fin...

Se dejan atrás los miedos infantiles,desaparece esa inocencia mágica,uno se vuelve escéptico,uno se vuelve adulto sin quererlo...

Volver a empezar,seguir creciendo,recorrer caminos nunca pensados tomando decisiones antes impensadas. La vida es corta y llena de cambios,y de una forma u otra estos llegan...

lunes, 10 de diciembre de 2007

REALIDAD

Místicas formas bailaban ante si, líricas musicales entraban y salían por sus oídos. Era feliz en esa fachada de mundo, era feliz en esa ilusión mágica que había creado.
Dulces melodías escapaban de su garganta, dulces como la miel. La inocencia pura estaba en su ser. Solo dicha veía al pasar, nada de dolor o necesidad, siempre amistas y felicidad.
El espejo se rompió ante si y pudo ver lo que no quiso saber, él mundo real se reflejaba delante suyo, la magia, la felicidad, se habían quebrado como el cristal.
Pero a pesar de todo su felicidad aun permanecía su lado, no era la misma de antes, era mucho menor. Su pureza había sido corrompida, pero no hasta el infinito, aun seguía en ella y esa esencia permanecería a su lado…